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¡Olvídate de deudas! Aprende a usar tu tarjeta de crédito

Actualizado: 21 sept 2021

Más allá de resultar un accesorio en nuestra cartera cada que vamos a comer, las tarjetas tienen un propósito que la gente olvida constantemente: sirven como mecanismo de seguridad para no transportar grandes sumas de dinero.



“Decidamos correctamente.”

Nos queda claro que es fácil sentir el poder de la extensión de crédito en nuestra mano, la posibilidad por unos minutos de poder adquirir todo lo que nuestro límite alcance a tocar. El problema es que esto es una liga que una vez estirada, regresa para pegarnos un golpe de realidad en algunos casos con una suma mayor a la solicitada.

Al aceptar una tarjeta de crédito estamos aceptando un contrato, que independientemente de que lo leamos o no debemos cumplir o atenernos a las consecuencias. Se ha satanizado a los bancos por la comisiones excesivas, mucho de lo cual es cierto, sin embargo estando nosotros inmersos en esta ruleta financiera también somos responsables de informarnos sobre lo que adquirimos. La propuesta del día de hoy sería: cuando escuchemos reclamos de terceros por los cobros excesivos, preguntémonos si esa persona consultó su contrato, términos y condiciones, antes de firmarlo y seguido de esto preguntarnos ¿a qué se debe su molestia? ¿Quién no cumplió su parte del trato?


Con esto no se intenta defender a las instituciones financieras, sabemos que su negocio es recibir depósitos en custodia y prestarlos a créditos, es criticable su cobro de comisiones pero la reflexión en este espacio es para que toda persona que planeé aceptar una tarjeta de crédito a la ligera medite sobre la responsabilidad que está adquiriendo.


Quejarnos en el futuro no hará que la deuda de intereses acumulada baje por una mala decisión tomada en el presente. Decidamos correctamente.



Frase del día


Nunca está de más recordar: la tarjeta de crédito no es una extensión de nuestro dinero.



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